lunes, 21 de febrero de 2011
domingo, 20 de febrero de 2011
Ana Locking
Ana Locking desbloquea los colores y los dispone en cajas en una combinación impactante donde las hombreras y los patrones se configuran en una silueta armada. Los juegos de texturas se organizan en el caso de la lana y se vuelven más volátiles en el caso de la seda.
David Delfin
Cortometraje de color
El gris surrealista tan característico de David Delfín se diversifica en masculino y femenino. Vestidos que son un todo de chaqueta, camisa, falda y pantalón en una pieza única, santo y seña de la firma. Los Louboutin abotinados con plataforma casi andamio acompañan a toda la serie. Conforme avanza la narración, la historia se convierte en un cortometraje de color impactante y directo de vestidos eternos. El verde de Iris Strubegger se convierte en el gran protagonista de una colección de lo más escueta.
AILANTO
Patinaje ‘vintage’
El tándem familiar de los hermanos Ailanto nos transporta a una atmósfera de paisajes nevados que visten patrones 70 y un ‘collage’ de texturas y colores que pasa de los tonos tierra a los pastel. El mono es la pieza clave de la colección, versionado tanto para el día como para la noche. Chalecos ‘oversize’ en punto con vocación oriental. ¿El flechazo? Las muñequeras XXL hechas por Aprés ski by Alianto.
sábado, 19 de febrero de 2011
CMFW
Desfiles sofisticados
La segunda jornada cibelina nos ha empapado de lujo y glamour. Victorio & Lucchino ha arrancado esta mañana con un desfile que irradiaba sofisticación a los cuatro vientos; negro, vino y verdes orientales sobre drapeados y aires flamencos. Ágatha Ruíz de la Prada, una vez más a puesto el punto divertido al fin de semana con princesas de cuentos infantiles y juegos de luces de neón.
Divas de los años 50 con magníficos trajes de noche han sido el regalo de Hannibal Laguna, que se ha solapado con la esencia étnica de Francis Montesinos.
¿Con qué colección os quedáis hoy?
jueves, 10 de febrero de 2011
Cover girl
Me ha dicho que la haga llamar a su habitación en cuanto llegue. Supongo que será de las que se hacen esperar. Supongo bien. La llaman. Dice que baja en cinco minuto. Espero. Al de quince, aún no llegó. Al de veinte, sí. Cabello rubio, piernas largas, ojos azules y sonrisa. Lleva un bolso de Miu Miu, un vestido simple cubierto por un abrigo corto y brillo sobre sus labios. Del norte de Europa, países Escandinavos, 22 años. Faltan pocos días para el inicio de la Fashion Week de París pero ella llegó antes que sus compañeras. No tiene miedo a que le roben desfiles. Ella es una veterana. Sí, a los 22 años. Nadie lo diría. Esta es una profesión que las envejece pronto.

Unas preguntas. No demasiadas. La idea de recorrer un día con ella por la ciudad me interesa. Si no, con una de sus colegas. Contar cómo hace una modelo extranjera en una ciudad tan competitiva, tan dura. Sumamente exigente. Muchos se daría cuenta de que el trabajo de una modelo no se ciñe a ponerse ante el objetivo de un fotógrafo y posar, o caminar sobre una pasarela enfundada en una creación de un grande de las costura. Privilegiadas, las hay, como en todo, pero no es moneda corriente. Salimos juntos de su hotel. Ella con book y celular en mano. Nos despedimos. Veo que se aleja con paso rápido, como queriendo llegar la primera a cada una de sus citas.

Es una chica de portada, aunque vista en el conjunto de la ciudad y entre estudiantes de Ciencias Políticas o Derecho es una joven más, a pesar de su altura, a pesar de sus kilómetros de pasarela. No estoy lejos de Galeries Lafayette. No pude asistir a la inauguración de la muestra Cover girl, en la Galerie des Galeries, como se llama el espacio expositivo. La visito ahora. Un reguero de artistas, una buena decena, entre fotógrafos, ilustradores, pintores… con obras de los últimos cincuenta años, desde los sesenta a nuestros días. Me fijo en la del jienense Juan Francisco Casas (1976), cuya obra escojo para ilustrar este post, porque, sí, no hay duda, me recuerda a I., la modelo de la que hace menos de dos horas me separé.
Unas preguntas. No demasiadas. La idea de recorrer un día con ella por la ciudad me interesa. Si no, con una de sus colegas. Contar cómo hace una modelo extranjera en una ciudad tan competitiva, tan dura. Sumamente exigente. Muchos se daría cuenta de que el trabajo de una modelo no se ciñe a ponerse ante el objetivo de un fotógrafo y posar, o caminar sobre una pasarela enfundada en una creación de un grande de las costura. Privilegiadas, las hay, como en todo, pero no es moneda corriente. Salimos juntos de su hotel. Ella con book y celular en mano. Nos despedimos. Veo que se aleja con paso rápido, como queriendo llegar la primera a cada una de sus citas.
Es una chica de portada, aunque vista en el conjunto de la ciudad y entre estudiantes de Ciencias Políticas o Derecho es una joven más, a pesar de su altura, a pesar de sus kilómetros de pasarela. No estoy lejos de Galeries Lafayette. No pude asistir a la inauguración de la muestra Cover girl, en la Galerie des Galeries, como se llama el espacio expositivo. La visito ahora. Un reguero de artistas, una buena decena, entre fotógrafos, ilustradores, pintores… con obras de los últimos cincuenta años, desde los sesenta a nuestros días. Me fijo en la del jienense Juan Francisco Casas (1976), cuya obra escojo para ilustrar este post, porque, sí, no hay duda, me recuerda a I., la modelo de la que hace menos de dos horas me separé.
Por bandera
Devil wears Zara predice… que las camisetas destroyed de Balmain con estampado de bandera serán unas de las más clonadas esta temporada.
Y conociendo cómo se las juega el amigo Decarnin, cada camisetita puede salir por más de 600 euros (eso sí, agujeros incluidos)…
Menos mal que ya tenemos la primera tienda que ha acudido al rescate… concretamente, Topshop, que nos trae su clon por 22 libras.
La verdad es que el tema jura de bandera no termina de convencerme… Es cierto que en España, lucir los colores nacionales (que fino me ha quedado, pero no me sale ningún sinónimo de bandera) no es algo habitual, quizá porque sea un tema con connotaciones más allá de la moda… en cualquier caso, que no vamos a entrar en el debate, creo a ningún diseñador se le ocurriría desfilar con una camiseta con la bandera de España como print (aunque seguro que hay alguno por ahí).
En Estados Unidos, que ya sabemos que son muy de “juro por la bandera de los Estados Unidos”, no tienen el mismo problema (siempre quise ir a un colegio que hiciera el juramento nacional, vosotras no? en el mío no pasábamos del Ave María Purísima)
Aunque en el tema fashionista, es la Union Jack la que parte el bacalao
Ya sea en versión camiseta
o bolso, como lucen estas dos british girls de bandera (nunca mejor dicho)
Agyness tiene amortizado su Chanel
Miley le da el toque rockero
La verdad es que en pequeñas dosis puede tener su lado simpático
Siempre que no nos creamos la reencarnación de la mujer del Guerrero Americano, como le pasa a Katy Perry…
Suscribirse a:
Entradas (Atom)